Lo cortés no quita lo valiente. Y, qué carajo, con el Smash me lo paso bastante mejor que con cualquier otro juego de lucha. Y va en serio.
Bien es cierto que no es un género que me atraiga mucho y que soy más bien penosillo en él (nada nuevo bajo el sol, pero vamos, que soy aún peor gamer que en otros juegos), pero la diversión que me aporta el Smash me hace ponerlo por encima de los otros juegos de lucha. Darse de yoyas con los iconos de Nintendo mola un cojón y parte del otro.
Bien es cierto que no es un género que me atraiga mucho y que soy más bien penosillo en él (nada nuevo bajo el sol, pero vamos, que soy aún peor gamer que en otros juegos), pero la diversión que me aporta el Smash me hace ponerlo por encima de los otros juegos de lucha. Darse de yoyas con los iconos de Nintendo mola un cojón y parte del otro.