Aquí viene el contrapunto:
La ambientación es cojonuda y los diseños de los personajes (tanto reales como los Maravillosos) son de una enfermedad mental encantadora. Pero el juego propone poco reto. La dificultad lo único que hace es chetar a los malos y en pesadilla tienes que ser un bot para esquivar cosas. Argumentalmente es hyper confuso, pues continúa directamente la primera parte y se dan por sabidas infinidad de cosas, con lo que no te enteras de absolutamente nada a lo largo del juego y sólo avanzas por avanzar (quizá jugando a la primera entrega se solucione este problema o tenga un final del tipo "ya lo entiedo todo" que le da sentido y le sube puntos). Sin contar que vamos de un capítulo a otro con apenas explicaciones viendo situaciones que te dejan con un "pues vale" en la cabeza. El pelo, la ropa y todo eso que te maravilla al principio, te termina dejando con la boca torcida, pues ves que muchas veces cobra vida propia. Además, que da bastante grima que a estas alturas todavía siga existiendo el defecto típico de ropa que atraviesa al personaje, ropa que atraviesa al personaje, partes del cuerpo que atraviesan al personaje, etc...
Salvando todo eso, es un buen juego, un soplo de aire fresco, entretenido pero que no merece la pena pagar como si fuese novedad.