En agosto de 2011, Sony patentó un nuevo sistema antipiratería basado en la “validación de contenidos legítimos” que bien podría emplearse en la nueva consola de la compañía, PlayStation 4, así como el resto de sus dispositivos electrónicos.
La forma de trabajar de este sistema anticopias se basa en la comparación entre el tiempo de lectura del disco que se reproduce en el dispositivo, y una media de los tiempos de acceso registrada por la compañía en su base de datos.
Ante la posibilidad de que se produzcan errores en este proceso, un segundo test de validación ratificaría que el número de serie y la identificación del usuario coinciden con los datos de Sony, contrastando elementos como el origen del fabricante del soporte físico empleado, localización del usuario, etc.
De este modo, Sony evitaría que este nuevo sistema antipiratería realizara falsas detecciones por defectos en la unidad lectora o el disco. Pese a ello, hay que destacar que la compañía nipona no ha confirmado que vaya a hacer uso de esta nueva herramienta en su lucha contra la piratería.