Ya no engañamos a nadie
España hace historia futbolística, estará en la final del Domingo, tercera final consecutiva de un equipo hasta ahora imbatible, cierto es, pero tambien es verdad que el prestigio futbolístico se ha perdido en buena parte. La selección que deslumbró con Aragonés, que ganó un Mundial con aislados chispazos de buen juego en Sudafrica, ahora es pitada y no aplaudida por los aficionados, a la vez que es criticada duramente y no ensalzada por la prensa extranjera.
La farsa de éste pseudo tikitaka ha caido, ayer fue el golpe definitivo, somos un equipo competitivo, con nuestras virtudes, no se consiguen tres finales consecutivas por casualidad, pero el papel de reyes del buen fútbol, guías de la excelencia con el balón en los pies, eso está perdido salvo redención en la final.
El marqués del nabo optó por Negredo en el once titular, las razones supongo que fijar a los centrales atrás dejando espacios en tres cuartos para que combinaran al borde del precipicio los bajitos, la pregunta es clara. ¿Por qué opta por un delantero "menor" como Negredo en lugar de darle la oportunidad a LLorente? Jugador de más alta cuna y que ya había realizado un excelente encuentro contra los Portugueses hace dos años. Las razones sólo las sabe del Bosque.
El planteamiento que en principio no parecía malo se fue por el retrete al ver como encaraba el encuentro Portugal, la presión y defensa adelantada ahogaron a España. El pelotazo fue un recurso habitual y las carreras a la espalda de un Torres entonces se echaron en falta. Jamás estuvo cómoda España en el campo, ni con falso nueve para controlar más el centro del campo, ni con dos extremos para centrar a nadie. Algún día entenderé por qué sale al campo Navas y no un Campeón de Europa, Mata, acostumbrado a jugar y guiar a un grande como el Chelsea. Me lo expliquen.
Portugal con sus limitaciones a la hora de atacar, consiguió trenzar un par de contras nacidas del onanismo tikitakero que no llegaron a buen puerto. En la prorroga España contó con dos ocasiones claras que no acabaron en gol por muy poco contra un combinado luso incapaz de crear peligro salvo garrafal error español, error que no volvería a ocurrir. Es curioso porque ésta España, aparentando ser inferior, tuvo más ocasiones y mejores que los Portugueses, Arbeloa e Iniesta en la primera mitad, o las ocasiones de Iniesta, Ramos y Navas en la prorroga resultaron ser más en número y no menos claras que el chut de Cristiano y su contra fallida en el minuto 89.
La lotería de los penaltys no hace más que confirmar que España está en ese Olimpo de equipos, que ganan cuando son mejores, iguales, peores, por juego, por suerte o por lo que sea. Lo que nunca tuvimos le sobra a estos hombres. Solo nos queda esperar una final donde veremos el último invento del marqués. El último invento del tikinaccio.
Y no sólo en foros españoles se comenta que el juego de España aburre.