El 15 de agosto de 1969 daba comienzo el festival de música de Woodstock en el campo de alfalfa del pueblo de Bethel. Los organizadores alquilaron el terreno por 75.000 dólares, pero ninguna de las personas que asistieron podía suponer lo que vendría después.
Dos años después del llamado ‘Verano del Amor’ (1967), el movimiento de las flores comenzaba a perder fuerza pero seguía vivo. Las corrientes que se habían formado en torno a él invadían todas las disciplinas y campos de la cultura y, en lo referente a la música, estas afluyeron en Woodstock. Durante un fin de semana de agosto en 1969, 33 artistas de renombre actuaron en un macro-festival que defendía los valores de la contracultura y el ideario hippie. Richie Havens, Joe Cocker, Janis Joplin, Grateful Dead o Jimi Hendrix hicieron vibrar a 500.000 personas con su música. A pesar del desastre que supuso la organización, el evento fue conocido en todo el país y ganó importancia rápidamente, empezando a ser considerado como uno de los acontecimientos más significativos de los años 60.
Tanto tiempo después, Woodstock sigue conservando ese halo de leyenda. La primera edición dio lugar a conciertos conmemorativos y el paso del tiempo ha otorgado al nombre de Woodstock una nostalgia que suena a paz, amor y rock&roll.