Apoyar el matrimonio homosexual y la sodomía debería estar penado con la muerte, al menos así lo piensa Kevin Swanson, un pastor evangélico estadounidense que posee su propio programa de radio.
En su opinión, la pena capital es el destino de los homosexuales desde una perspectiva cristiana, por lo que aquellos que la apoyan deberían encontrarse en la misma situación, así que la rana Gustavo y Peggy deberían ser ejecutados por tomar "la senda de la sodomía".
Lo que ha encendido los ánimos a Swanson es que la compañía de Jim Henson, creador de los famosos teleñecos, cancelase su colaboración empresarial con la cadena de restaurantes Chick-fil-A después de que el propietario de ésta, Dan Cathy, se opusiera públicamente al matrimonio homosexual (tema candente actualmente en Estados Unidos debido al apoyo que Obama está dándole).
A favor y en contra
"Somos una empresa familiar, dirigida a las familias y estamos casados con nuestras primeras esposas", declaró Cathy, al tiempo que aseguró haber apoyado económicamente a organizaciones abiertamente homófobas como Exodus International y Family Research Council.
En respuesta a esto, la consejera delegada de la compañía de Jim Henson, Lisa Henson, anunció que "durante más de 50 años, esta compañía ha apoyado la diversidad y la integración y hemos notificado a Chick-fil-A que no deseamos seguir relacionados con ellos", y apuntó que los ingresos provenientes del contrato con la cadena de comida serían destinados a GLAAD (Alianza de Gays y Lesbianas contra la Difamación).
Probablemente algunos políticos también tengan mucho que decir sobre la posible condena a muerte de los personajes de 'Los Teleñecos' o de 'Los Fraggle' (programa de la misma compañía del que se daban juguetes en Chick-fil-A), ya que en relación a la ruptura del contrato entre ambas empresas sus declaraciones no se hicieron esperar.
El alcalde de Chicago y antiguo Jefe de Gabinete de Barack Obama, Rahm Emanuel, respaldó la iniciativa de uno de sus concejales de impedir que un nuevo establecimiento de la cadena abriera sus puertas en la ciudad. El alcalde de Boston, Thomas Menino, también prometió mantener la localidad "libre de Chick-fil-A". Totalmente distinta fue la postura del antiguo gobernador de Arkansas, quien encabezó una iniciativa para celebrar el Día de Agradecimiento a Chick-fil-A, como muestra de su apoyo a las opiniones homófobas del propietario de la cadena de restauración.
Tantos gilipollas y tan pocas balas...