No sé cuántos de aquí compráis cosas de DC, si sois todos de Marvel o si el cómic occidental os suda los huevos, pero aprovechando que ECC (El Catálogo del Cómic) va a editar varias series del Nuevo Universo DC, ¿por qué no hacemos un post oficial por si alguien sigue alguna serie (o todas, qué coño) y le apetece comentar los cómics?
En fin, como hablar de todas las series que salieron en EEUU sería una burrada (son 52 nada menos), mejor avisamos cada mes de los lanzamientos previstos y acabamos antes. Si tenéis alguna duda de algún lanzamiento, preguntad y os responderemos.
ECC no va a editarlas todas (no de momento), así que nos quedamos por ejemplo sinesa putísima mierda esa obra maestra que es Hawk and Dove, perpetrada dibujada por el patético genial Rob Liefeld. Menos mal Lástima.
Si queréis hablar de un cómic, hacedlo en spoiler por si alguien no lo ha leído aún.
Información sacada de la web de ECC.
¿QUÉ ES EL NUEVO UNIVERSO DC?
Bien, para eso debemos hablar de dos cosas. La primera de ellas, Flashpoint (deja de leer aquí y salta al siguiente párrafo si no has leído aún el evento), un evento recién terminado en el que Barry Allen (Flash) toca lo que no debe y lo jode todo. Al intentar solucionar todo el asunto, todos los universos DC se fusionan en uno, dando lugar al Nuevo Universo.
En segundo lugar, hay que hablar de la editorial. Con la intención de conseguir que muchos lectores, abrumados por los más o menos 80 años de historia (Superman, por ejemplo, apareció por primera vez en 1938, ya ha llovido) decidieron hacer una especie de reboot, usando Flashpoint como excusa, decidieron cambiar el Universohasta que las ventas bajen y tengan que deshacer el asuntopara siempre, a fin de captar nuevos lectores. ¿Buena idea? ¿No? ¿Sabremos de una vez quién coño es el Joker? ¿Bailará Batman el batusi? Sea como sea, parece ser que sabiendo lo básico de cada personaje sirve para no perderse.
En fin, como hablar de todas las series que salieron en EEUU sería una burrada (son 52 nada menos), mejor avisamos cada mes de los lanzamientos previstos y acabamos antes. Si tenéis alguna duda de algún lanzamiento, preguntad y os responderemos.
ECC no va a editarlas todas (no de momento), así que nos quedamos por ejemplo sin
Si queréis hablar de un cómic, hacedlo en spoiler por si alguien no lo ha leído aún.
LAS SERIES
NUEVO UNIVERSO DC: BATMAN
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RELEVO GENERACIONAL
Desde el preciso instante en el que Barry Allen asumió un sacrificio personal en aras de un bien mayor, quedó meridianamente claro que nada volvería a ser igual. y es precisamente este mes –coincidiendo con el lanzamiento de 10 nuevas colecciones por parte de ECC Ediciones– cuando comienzan a apreciarse por estos lares las consecuencias de una iniciativa editorial sin precedentes, que ha derivado en el nacimiento del llamado nuevo Universo DC. una versión actualizada de personajes con décadas de historia a sus espaldas, específicamente diseñada para llegar a una audiencia lo más amplia posible, aprovechando la coartada argumental que proporcionan los eventos narrados en Flashpoint.
Inevitablemente, esta estrategia también afectó a los títulos relacionados con Batman, personaje estrella de la editorial. Pero a diferencia de otras latitudes del Universo DC, el ficcionario con epicentro en Gotham City gozaba de una envidiable salud, en buena medida gracias a los conceptos vertidos en la franquicia por Grant Morrison, responsable desde 2006 de una de las etapas más complejas e inspiradas en la historia del Caballero Oscuro. Los editores de turno, conscientes de esta circunstancia, tuvieron a bien suavizar los efectos del relanzamiento en todo lo que atañe al Hombre Murciélago, limitándose a operar los cambios imprescindibles para facilitar el desembarco de una nueva generación de lectores. Y dando continuidad, también, al traspaso de poderes que se intuía desde que Scott Snyder escribió una memorable etapa al frente de Detective Comics y el argumento de la serie limitada Batman: Puertas de Gotham. Progresiva asunción de responsabilidades, preludio de otro relevo generacional que le coloca en una posición de privilegio para sustituir a Morrison como principal ideólogo de las aventuras del Mejor Detective del Mundo.
En este sentido, Snyder fue designado guionista de la serie regular Batman, reto asumido con el entusiasmo propio de un fan incondicional del Cruzado de la Capa y con la responsabilidad inherente a quien se sabe ante una oportunidad profesional única: “Es mi personaje preferido, así que poder escribir este número 1 es realmente emocionante. Todos los integrantes del equipo creativo pretendemos hacer algo de lo que nos podamos sentir realmente orgullosos”. Un equipo creativo en el que desempeña un papel fundamental el dibujante Greg Capullo, agradecido por poder mostrar su trabajo a un mayor número de lectores, al tiempo que ve cumplido un sueño de infancia: “Mi madre conserva un dibujo de Batman que hice cuando apenas tenía cuatro años, ¡así que podríamos decir que era mi destino!”.
Los dos números recopilados en el presente cómic bastan para que el lector tome conciencia de que ambos autores están dando lo mejor de sí mismos, construyendo una de las series más destacadas del relanzamiento a partir de un primer arco argumental que reincide en una idea anteriormente expuesta por Snyder: la indagación en la historia oculta de Gotham. Misteriosa ciudad, cuna de secretos no desvelados y hogar de murciélagos… ¿y búhos?
NUEVO UNIVERSO DC: BATMAN Y ROBIN
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PADRE E HIJO
Esta es una historia sobre dos personajes condenados a entenderse, cosa que no va a resultarles fácil en absoluto. Es una historia sobre un padre que pretende inculcar a un hijo a quien apenas conoce una serie de valores que se encuentran en el extremo opuesto de aquellos en que lo
criaron. Y también es la historia de un niño que pretende que lo acepten tal como es. De este modo definía Peter J. Tomasi en 2011 la premisa de una de las colecciones que ECC Ediciones estrena en este mismo volumen con motivo del lanzamiento del esperado Nuevo Universo DC.
Y es que lo anterior podría ser perfectamente un drama televisivo o cinematográfico, pero no lo es. El padre en cuestión no es otro que Bruce Wayne, alias Batman, uno de los héroes más conocidos del mundo del cómic, y el hijo es Damian Wayne, el actual Robin. Y, como se puede inferir de las palabras del guionista, el vínculo biológico es lo único que une a estos dos justicieros que ven la vida y la lucha contra el crimen de forma radicalmente opuesta. De forma inevitable, esas discrepancias se van a convertir en los cimientos de una serie en que padre e hijo por fin tienen oportunidad de limar asperezas, cosa que aún no han podido hacer. Es cierto que el indomable Damian existe desde 2007, año en que lo crearon Grant Morrison y Andy Kubert, pero la abrupta desaparición y presunta muerte de Bruce Wayne los ha mantenido apartados hasta la fecha. En ausencia del padre, Dick Grayson, el Robin original, se vio obligado a ejercer de hermano mayor que, a pesar de todo, logró hacer entender al recién llegado que no todo vale para derrotar a los villanos. El encargado de plasmar estas aventuras sobre el papel es Patrick Gleason, uno de los dibujantes más solventes de la actual DC Entertainment y, además, uno con quien Tomasi se entiende a la perfección; no en vano, hace tiempo que entrelazaron sus respectivas carreras colaborando en títulos como Green Lantern Corps, El día más brillante e incluso en tres episodios de la primera serie titulada Batman and Robin. Es su deslumbrante estilo el encargado de mostrar en viñetas la interacción entre padre e hijo y, por supuesto, también las numerosas escenas de acción, que es donde quedan más patentes las diferencias que los separan. De momento, en este volumen, van a tener que verse las caras con un villano de nueva factura creado para la ocasión y cuya identidad y carisma traerá muchos dolores de cabeza al Dúo Dinámico peor avenido de la historia de los cómics de Batman. Por lo menos, de momento.
NUEVO UNIVERSO DC: CATWOMAN
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LAS MUCHAS VIDAS DE LA MUJER GATO
Selina Kyle tuvo una dura infancia en Gotham, en la que tuvo que soportar los malos tratos de un padre alcohólico hasta que huyó de casa. Siguió luchando, pero se vio obligada a ser siempre la esclava de alguien, a estar sometida como lo estaba con su padre, y a ejercer la prostitución.
Con la ayuda de Ted Grant, el héroe callejero Wildcat de la Sociedad de la Justicia de América, aprendió a luchar y, lo que es más importante, a valorarse a sí misma. Habiendo ganado en confianza, e inspirada por la aparición de Batman en Gotham, decidió adoptar también una identidad enmascarada. Así, Selina se convirtió en Catwoman, la ladrona de guante blanco que no desprecia el uso del látigo cuando es necesario. Pronto estableció una difícil relación con el Hombre Murciélago, una que les atraía y separaba al mismo tiempo, ambos equidistantes de la línea que separa la ley y la delincuencia, pero en lados opuestos. Para sorpresa de todos, Selina terminó cruzando la línea y se convirtió en la protectora del East End de Gotham. Esto propició que su relación con el héroe diese un paso adelante y él le desvelase su identidad secreta. Finalmente las dudas de Batman hicieron que se separaran, pero siempre han mantenido cierto grado de confianza el uno en el otro. Tras los sucesos de Crisis de Identidad descubrimos que, años atrás, la Liga de la Justicia utilizó los poderes mágicos de Zatanna para reformar las mentes de muchos criminales, entre ellos Selina, motivo por el cual pasó de villana a heroína.
Recientemente Bruce Wayne la había reclutado para Batman Inc., su ejército particular para una lucha a escala global contra la organización terrorista Leviatán, y estaba demostrando ser de gran valía cuando Flash alteró la historia del Universo DC. Nuestra línea temporal ha sido reescrita, y ya no podemos dar por seguro nada de lo que sabíamos. La Sociedad de la Justicia no forma parte del pasado de este Nuevo Universo DC, así que Ted Grant no estuvo ahí para ayudar a Selina. Además, gran parte del pasado de la Liga de la Justicia no sucedió tal como lo recordábamos, y Zatanna no rehizo las mentes de los villanos. Esto para Selina es como un dominó cayendo: nunca fue reformada, no se convirtió en heroína del East End, Batman no le confió su identidad secreta, no se ganó ser miembro de Batman Inc...
Selina ha vivido experiencias que la han convertido en una mujer muy semejante a la que conocíamos, pero para nosotros aún están por descubrir. Es un nuevo mundo: volvamos a conocer a Catwoman.
NUEVO UNIVERSO DC: STORMWATCH
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UNIDAD DE CRISIS
La Organización de Naciones Unidas, ante la proliferación mundial de amenazas metahumanas, decidió crear una “unidad de crisis” para contrarrestarlas. En su universo original, Stormwatch fue un grupo de héroes cuya vida siempre estaba al filo del abismo y cuyo papel, en cada una de las subdivisiones estratégicas, dependía de los designios de su líder, el Hombre del Tiempo, a menudo el maquiavélico e imprevisible Henry Bendix. Stormwatch llegaría a extremar su actitud hasta el paroxismo para dar forma a uno de los equipos superheroicos más desquiciados y populares de los últimos tiempos: Authority. Supervivientes de Stormwatch como Apolo, Midnighter, Jenny Sparks o Jack Hawksmoor eran solo algunos de sus miembros. Viajaban en un cuartel general capaz de arrasar planetas llamado el Transporte y descubrían la existencia de aberrantes realidades alternativas gracias a la Sangría, frontera entre universos paralelos que les permitía acceder a lugares a los que seguramente nadie en su sano juicio hubiera querido ir. Con un nombre u otro, el equipo constituyó la principal aportación de WildStorm a los grupos de superhéroes junto a los WildC.A.T.S., de trayectoria casi paralela al principio –los cruces entre ambas formaciones fueron constantes– y con miembros extraterrestres que llevaban años en la Tierra librando una guerra en secreto. Y si hablamos de grupos en WildStorm se vuelve ineludible la mención de Planetary, los “arqueólogos de lo imposible” cuya principal meta, lejos del dominio público, era descubrir la historia oculta de la Tierra. Su relación con los otros dos equipos no era directa, pero resulta obvio que su enfoque ha influido en esta nueva encarnación de Stormwatch, situada plenamente dentro del Nuevo Universo DC: sus integrantes no se reconocen como superhéroes –de hecho, reniegan de ellos abiertamente– y pertenecen a una sociedad secreta que protege el mundo desde hace siglos.Si un personaje del tradicional Universo DC encajaba con planteamientos así era J’onn J’onzz, el Detective Marciano: superviviente de una civilización perdida, de personalidad reservada y taciturna, capaz de cambiar de aspecto o volverse invisible... En estas mismas páginas Apolo le identifica como miembro de la Liga de la Justicia con la misma vehemencia con que el propio J’onn niega que Stormwatch sea un grupo de superhéroes. Lo que realmente saben ambos y el papel que juegan en todo esto los dirigentes del grupo, el Gabinete en la Sombra, son cosas que aún están por ver.
NUEVO UNIVERSO DC: LIGA DE LA JUSTICIA
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Son los más grandes, un grupo de héroes que se reúnen para enfrentarse a los villanos más peligrosos del universo conocido. Son la liga de la justicia del nuevo universo DC, y sus aventuras ya han hecho historia en estados unidos, pues esta colección que ahora presenta ECC Ediciones se convirtió en 2011 en la más vendida al otro lado del atlántico. Y buena parte del mérito se debe al equipo creativo que muchos aficionados soñaban desde hace tiempo, el que forman Geoff Johns y Jim Lee. el primero es, con perdón de Grant Morrison, el guionista de referencia de DC Entertainment, el cerebro que hay detrás de etapas memorables de Flash, JSA, Green Lantern y la flamante Aquaman. El segundo es el dibujante que marcó toda una época, que fundó su propio sello editorial y a quien, en tiempos más recientes, debemos obras como All-Star: Batman y Robin.
Johns y Lee tienen la misión de retomar la tradición de este veterano grupo creado en 1960 por Gardner Fox y Mike Sekowsky y, además, narrar un nuevo origen que encaje en el contexto de ese nUDC que ya ha llegado a nuestro país. Así, en las filas de la Liga vamos a ver a un Batman que es poco más que una leyenda urbana, a un Green Lantern novato, a un Flash que no tiene mucha más experiencia y a un Superman acostumbrado a desafiar el poder establecido. Por su parte, Wonder Woman y Aquaman apenas se han dado a conocer como héroes que pertenecen a mitos del pasado, y Ciborg ni siquiera ha obtenido sus poderes, lo cual cambiará en las próximas entregas. Así pues, tanto los autores como la editorial deciden recurrir a personajes de solvencia contrastada, como ya hiciera en su día el mencionado Morrison, y contar desde el principio con todos los grandes de la casa por oposición a obras como JLA: Year One de Mark Waid y Barry Kitson, que compensaron la ausencia de algunos de los grandes con una mayor caracterización de los presentes. Es por esto por lo que Liga de la Justicia es la colección idónea para los “no iniciados”, esto es, para todos aquellos lectores que hayan decidido acercarse por primera vez al Universo DC. Si eres uno de ellos, seguro que pronto estarás devorando otros títulos protagonizados por Superman, Batman y compañía. Y si eres de los veteranos, seguro que disfrutarás del mejor grupo de la historia como si fuera la primera vez, viendo interactuar a los personajes más famosos y emblemáticos del cómic estadounidense. Y la cosa no ha hecho más que empezar, porque a todos os espera un viaje memorable repleto de acción a raudales.
NUEVO UNIVERSO DC: SUPERMAN
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HÉROE DEL PUEBLO, HOMBRE DEL MAÑANA
En septiembre de 2011, y tras 73 años ininterrumpidos respetando su numeración original, llegó el momento de que Action Comics luciera de nuevo un “1” en su portada.
Concesión comercial hasta entonces eludida por la cabecera más veterana del Hombre de Acero, tal vez como privilegio por ser pionera del género superheroico. Pero ante un movimiento editorial como el ideado por DC Comics, parecía imprescindible dejar a un lado sentimentalismos en beneficio de la homogeneidad necesaria para coordinar el nacimiento del Nuevo Universo DC. Génesis de una nueva era para este panteón de personajes en la que, haciendo honor a su apodo de Hombre del Mañana, Superman estaba llamado a jugar un papel inevitablemente protagonista. Los más puristas podrían pensar que con esta decisión se mancilla una tradición justificada en base a la importancia capital de aquella historia que, firmada por Jerry Siegel y Joe Shuster, se publicó en la primera entrega de Action Comics (1938). Pero si algo ha propiciado la elección del equipo creativo encargado de esta nueva etapa es la reivindicación del clasicismo a través de la evocación de las primeras apariciones del personaje. Un mérito achacable a Grant Morrison (Glasgow, Escocia; 1960), quien, además de atesorar una valiosa experiencia en el relanzamiento exitoso de títulos del calado de JLA, New X-Men o Batman, posee una habilidad innata para conjugar tradición y modernidad mediante la reinterpretación de conceptos clásicos. Un compendio de virtudes del que ya se vio beneficiado el Último Hijo de Krypton en la sobresaliente All Star Superman, donde – ayudado por Frank Quitely– demostró una profunda comprensión de su mitología. Para contextualizar los cambios apreciables en esta interpretación del personaje, Morrison echa mano de un recurso también empleado por Geoff Johns y Jim Lee en su Liga de la Justicia: retroceder unos cuantos años respecto al “tiempo real” del Nuevo Universo DC, para centrarse en los primeros días de actividad del Hombre de Acero. De esta forma, el arco argumental inaugural nos recuerda la descripción primigenia de Superman, escrita por Siegel hace más de siete décadas: “¡El campeón de los oprimidos, la maravilla que ha jurado dedicar su existencia a ayudar a quienes lo necesitan!”. Se recuperan así sensaciones perdidas, insuflando un nuevo –“viejo”, en realidad– espíritu al apolíneo héroe, preocupado por defender una noción de la justicia más social, más pegada a la realidad de la calle, que institucional. Un Hombre de Acero inexperto y burlón, tan desafiante –“Ya sabes, Metropolis. Si no tratas bien a la gente, te haré una visita.”– como proactivo, cuya vinculación con los ciudadanos de a pie comienza por su controvertido y simbólico uniforme: pantalones vaqueros, botas de trabajo, capa roja y una sencilla camiseta en la que luce la sempiterna “S” sobre el pecho.´
A juzgar por las palabras del propio Morrison, este cambio de imagen y modus operandi está íntimamente relacionado con la pretensión de reflejar la situación socioeconómica contemporánea: “Creo que ahora mismo todos nos sentimos así: nadie tiene demasiada fe en sus líderes electos. Somos más cínicos y albergamos muchas más dudas acerca de la gente que está conduciendo nuestras vidas que cuando Superman era un boy scout”. En este sentido, la presencia de un nuevo héroe –aún clandestino, alejado de la figura pública en que se había convertido dentro de las fronteras del Viejo Universo DC– parece llamada a operar entre sus conciudadanos un efecto similar al que reivindica Morrison en su libro Supergods, donde glosa las bondades del superhéroe como concepto idóneo para “cambiar la idea acerca de uno mismo y de la cultura, pasando de la muerte y el pesimismo a la esperanza y las posibilidades”. Porque, en definitiva, esta versión de Metropolis se aleja de la idílica Ciudad del Mañana con la que estamos familiarizados, convirtiéndose en amalgama de una Gotham City “menos gótica y oscura” y “la Nueva York de principios de los años setenta”; una ciudad que si algo necesita es luz, esperanza y rebelión frente a la corrupción de los poderes fácticos que la gobiernan. Pero para adoptar a un ser superpoderoso como referente e inspiración, parecía imprescindible volver a mirar al pasado, de modo que la inexperiencia inicial –este Superman posee habilidades sobrehumanas, pero todavía no vuela– contribuye a humanizar al personaje, ahora “degradado”: de la deidad que conocimos, al campeón en ciernes protagonista de hazañas más físicas que, en su aprendizaje, se equivoca, sangra y se fatiga. En todo este proceso –la humanización del semidiós y la acentuación social de sus preocupaciones– resulta sumamente valiosa la aportación de Ralph “Rags” Morales (Manhattan, Nueva York, EE.UU.; 1966), aliviado por la posibilidad de hacer su trabajo “sin necesidad de tener en cuenta 70 años de trasfondo”. Comenta el dibujante que, ante el reto de crear su particular versión de Superman, se inspiró en la excelente serie animada ideada por Max Fleischer durante la década de los cuarenta, pero también se perciben rastros de la influencia ejercida por Will Eisner. No solo por las iniciales “W.E.” que en forma de grafiti se cuelan entre sus viñetas, sino también por la voluntad de prestar atención a cada rincón de la ciudad y, muy especialmente, a quienes la transitan: ciudadanos preocupados, ansiosos por encontrar un faro que les guíe en el desconcierto, retratados mediante un trazo que combina las dosis necesarias de expresividad, realismo y caricaturización.
Estos dos primeros números bastan para demostrar que Morrison y Morales han sabido emplear nombres y conceptos fuertemente arraigados en la tradición de Superman para, mediando los cambios oportunos, propiciar el equilibrio perfecto entre la sensación de familiaridad y la capacidad de sorpresa. Un punto de encuentro entre lo clásico y lo moderno, entre lo simbólico y lo evasivo, que recupera el “sentido de la maravilla” de los tebeos de antaño, aquellos que contagiaban la sensación de que, durante el tiempo que duraba la lectura, todo era posible.
NUEVO UNIVERSO DC: FLASH
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ENTONCES Y AHORA
Existió un hombre llamado Barry Allen que se crió en una pequeña ciudad de Iowa. Metódico y disciplinado, su interés por la química y su sentido de la justicia le llevaron a convertirse en criminalista del cuerpo de policía de Central City, una ajetreada ciudad del oeste de Estados Unidos estrechamente vinculada a Keystone City, capital americana de la mecánica. Barry se hallaba comprometido con la periodista Iris West y trabajaba a las órdenes del Capitán Harvey Paulson cuando, una noche tormentosa, un relámpago cambió su vida para siempre, cayendo sobre él como una bendición para convertirle en el hombre más rápido del mundo y otorgarle, además, la capacidad de controlar la frecuencia vibratoria de las moléculas de su cuerpo. Ataviado con un disfraz carmesí que guardaba en su anillo, a partir de aquel momento comenzaría una incansable lucha contra el crimen bajo la identidad de Flash, el Velocista Escarlata. Con los años, fueron muchos los que entraron en su vida; unos como amigos, otros como enemigos, algunos como compañeros de batalla. Allí estuvo Hal Jordan, más conocido como Green Lantern, y Wally West, un sobrino de Iris que acabaría adquiriendo parecidas habilidades a las de Barry. También, toda una Liga de la Justicia que le tuvo entre sus miembros fundacionales. En su vida de policía científico se encontró con gente como el Capitán Darryl Frye, quien tuvo que sustituir a Harvey Paulson por un caso de corrupción, y Patty Spivot, una aplicada analista clínica con la que Barry estableció una relación de agradable camaradería. Por supuesto, Iris siguió a su lado, hasta el punto de que ambos contraerían matrimonio y él se atrevería a desvelarle el secreto de su doble identidad. Las amenazas y los contendientes tampoco faltaron, conformando una interminable galería de villanos en la que, entre otros, encontraríamos a Leonard Snart, un malhechor con su propio código moral que bajo el nombre de Capitán Frío se enfrentaba a Flash con unas pistolas congelantes.
Pero ahora ese Barry Allen, o al menos su mundo tal como nos era conocido, ya no existe. Como si su historia hubiese vuelto a empezar para que algunas partes cambiasen. Todavía agradablemente familiares, aunque a la vez sorprendentemente diferentes. En esta nueva realidad, donde grupos como el Escuadrón Suicida se enfrentan a una organización terrorista llamada Basilisco y tunantes como Trickster aparecen montados en un tanque del ejército libio al que nuestro héroe y el Capitán Átomo se enfrentaron recientemente, todo es posible… porque todo está por hacer.
NUEVO UNIVERSO DC: ANIMAL MAN
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No son muchos los superhéroes que han obtenido sus poderes gracias a la mera influencia de una astronave extraterrestre, como fue el caso de Animal Man en su primera aparición. O al menos eso teníamos entendido hasta ahora: fuera mediante la radiación de la propia nave, o fuera por la intervención de dos escuálidos y amarillentos alienígenas, el caso es que sus dones no parecían de este mundo. En su encarnación clásica, Buddy no tardó en unirse al grupo conocido como los Héroes Olvidados y vivió aventuras esporádicas, incluso alguna compartida con el Hombre de Acero, pero sin ningún hito reseñable más allá de los propios de la génesis de un superhéroe clásico. Fue con posterioridad a Crisis en Tierras Infinitas cuando empezó una nueva era en la que, presentándose como un héroe reticente y cotidiano -cuya vida laboral y familiar le ocupaba la mayor parte del tiempo-, se definiría a grandes rasgos como el personaje que actualmente conocemos. Tras vivir una memorable etapa “metaliteraria” que culminaría con el encuentro de Buddy con quien la escribió, Grant Morrison, el personaje se vería abocado a una vertiginosa pero no menos definitoria época en la que se estableció su vínculo con “el Rojo”, una gran fuerza universal que dejaba claro que él era el avatar de toda vida animal... al igual que “el Verde”, la fuerza de lo vegetal, tenía por avatar a la Cosa del Pantano. Pero los poderes de Animal Man, lejos de estancarle, continuaron definiéndose mejor e incluso ampliándose a medida que su relación con la comunidad superheroica del Universo DC también lo hacía. Buddy ha llegado a ser, por ejemplo, miembro de varias encarnaciones de la Liga de la Justicia, Black Lantern y White Lantern, e incluso llegó a formar equipo con Adam Strange y Starfire para emprender una odisea espacial que le volvería capaz de recurrir al “Campo Morfogenético” no solo para reproducir las habilidades de los animales de la Tierra, sino también las de los de todo el cosmos. Quizá parte de ello importe para la historia que ahora empieza, quizá no sea así, pero el caso es que Buddy es ese viejo conocido que esperaríamos encontrar tal como reaparece en estas páginas: retirado en apariencia de la comunidad superheroica, es un tipo tan corriente como un metahumano con sus poderes pueda serlo y trata de llevar una vida lo más normal posible con su familia (su esposa, Ellen, y sus dos hijos, Cliff y Maxine). Poco sospecha lo que se le viene encima en esta nueva y aclamada etapa de sus aventuras.
NUEVO UNIVERSO DC: AQUAMAN
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AGUAS REVUELTAS
La versión del origen de Aquaman de la Edad de Plata es la que parece regir, a grandes rasgos, para su actual encarnación en el relanzamiento de DC. Según ella, una exiliada llamada Atlanna escapaba de Atlantis para llegar malherida a las inmediaciones de un faro, donde Tom Curry la socorría. Su relación daría como fruto el nacimiento de Arthur, que al morir ella terminaría criado por su padre y descubriendo sus asombrosas habilidades sobrehumanas: podía permanecer bajo el agua por tiempo indefinido, como cualquier atlante, pero también poseía capacidades telepáticas que le permitían comunicarse con las formas de vida marinas, además de fuerza y agilidad superiores. Eso no impidió que luego se añadieran otros episodios “discutibles” al mito: tras Crisis en Tierras Infinitas veíamos cómo, durante parte de su infancia, a Arthur lo criaron los delfines; o descubríamos que Tom quizá no fue su verdadero padre biológico, o que su nombre atlante era en realidad Orin. En cualquier caso, se diría que su ascensión al trono de Atlantis y su matrimonio con Mera, refugiada de otra dimensión, continúan formando parte de su historia. También la muerte del hijo que tuvieron cuando era un bebé, o al menos su desaparición. Sin embargo, hay aportaciones posteriores que tal vez no se consideren parte del actual canon. Arthur perdió una mano, devorada por pirañas, mientras luchaba contra el villano llamado Caribdis. La sustituyó por un arpón, luego convertido por Laboratorios S.T.A.R. en un arma mortífera que él podía guiar con su fuerza mental. Esa mano ausente se volvería incluso una especie de apéndice místico, hecho de agua y vinculado a la Dama del Lago artúrica. Pero todo eso quedó atrás ya, en cierto modo, cuando Arthur pareció abandonar el mundo de los vivos en beneficio de un joven sucesor. Sin embargo, con El día más brillante y el regreso del Aquaman original (de cuerpo entero), todo parecía recobrar un aura de normalidad y de “nuevo comienzo”... Si no fuese porque Mera, en un arranque de sinceridad, le revelaba que desde el principio su misión había sido matarle: a ella la enviaron desde su dimensión subacuática, Xebel, para asesinar al monarca de Atlantis como venganza en nombre de todo su pueblo desterrado. Pero no pudo evitar, contra todo pronóstico, enamorarse de él. Quede lo que quede en pie de la historia que compartieron, en este Nuevo Universo DC su amor sigue adelante: están dispuestos a emprender juntos una nueva vida en el mundo de la superficie.
Información sacada de la web de ECC.
Última edición por Kiripollas el Miér 25 Abr 2012 - 9:26, editado 5 veces