El pasado viernes el nuevo Gobierno aprobaba un primer recorte de gasto "realmente grande y grueso", según admitía el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. El anuncio hacía mella en RTVE: de los 442 millones que debe reducir el Ministerio de Hacienda y Administraciones, está previsto que casi la mitad proceda de la televisión pública.
De acuerdo con el presupuesto, TVE debe disminuir en 200 millones de euros sus gastos anuales. Una rebaja "drástica" que afectará "forzosamente a la oferta televisiva" y será "notoria" para el público, opina una fuente de la entidad.
Las cuentas no cuadran
La preocupación ahora es saber de dónde se recortará esa cantidad. Los sindicatos sostienen que "las cuentas no salen".
Para Jesús Trancho, representante de UGT, sindicato mayoritario en TVE, la rebaja es, por su magnitud, "imposible de llevar a cabo".
Juan Manuel Hidalgo, presidente del sindicato Alternativa de RTVE, es de la misma opinión. Del total del presupuesto de la televisión pública (unos 1.200 millones), entre 600 y 800 millones de euros se destinan a la compra de contenidos. Y estos ya están "comprometidos" en un porcentaje que, según Hidalgo, asciende al 80% y que Trancho eleva al 95%. "La mayoría de las series, las películas y los derechos deportivos están comprados", subraya Trancho. También los Juegos Olímpicos, un "compromiso adquirido" que supone la friolera de 70 millones de euros. Esto deja un margen de acción pequeño... o el infringimiento de los acuerdos, que conlleva duras penalizaciones.
Hidalgo teme que el Consejo decida arañar de los entre 300 y 400 millones que constituye la partida de masa salarial y que se produzcan despidos, algo que sin embargo Trancho considera altamente improbable: "El despido de un empleado cuesta, de media, dos de sus salarios anuales, por lo que no es una medida eficaz para abaratar costes a corto plazo".
Otra opción sería el cierre de algunos de los canales de la compañía, aunque reconocen que esto no supondrá un gran ahorro porque muchos de los derechos están ya comprados.
Sin embargo, valoran favorablemente una posible recuperación de la publicidad en los canales públicos. "Podría ser de forma provisional y muy controlada para no incurrir en competencia desleal. Pero unos 15 minutos diarios de publicidad en los diferentes canales proporcionarían unos 100 millones al año", explica Trancho, que no es ajeno a que la decisión no sería bienvenida por las cadenas privadas. Si esto ocurriera, las privadas y las operadoras de telecomunicaciones podrían amenazar con pagar menos para financiar TVE, ha recordado el consejero socialista de RTVE Miguel Ángel Sacaluga, en unas declaraciones que publica El País.
La solución no es fácil. Y, además, no será inmediata. El modo en el que se llevarán a cabo los recortes no se conocerá hasta que la entidad tenga nuevo presidente. Sin él, "ni el Consejo ni el comité de Administración tienen capacidad para hacer presupuestos", explican fuentes internas de RTVE, que descartan que la reunión extraordinaria que celebrará la corporación el próximo miércoles elabore medidas concretas.
La elección del presidente está pendiente desde julio, cuando Oliart dimitió, como también están pendientes las renovaciones de la mitad de los miembros del Consejo de Administración. El Parlamento es a quien corresponde su elección, pero de momento PP y PSOE no se han puesto de acuerdo. Hasta que lo hagan, continuará la "incertidumbre" dentro de "un paisaje sombrío", explican.