Justin Bieber se corona como el 'príncipe del pop' El cantante Justin Bieber actúo en la noche de este martes en el Palacio de los Deportes de Madrid, donde el ídolo juvenil completó un espectáculo de hora y media basado en la música y el baile, dos disciplinas que han encumbrado al artista canadiense a los altares del pop.
Horas antes de que se comenzase el concierto, miles de seguidores del cantante esperaban pacientemente las interminables colas, donde podían verse un sinfín de pancartas, camisetas y gorras de baseball moradas, el complemento preferido del canadiense.
Poco a poco el público ocupó su sitio en el recinto, mientras que por la megafonía se oía Smooth criminial y Billy Jean, dos canciones de Michael Jackson, emulado durante el concierto por un joven artista que ha aprendido a arrastrar los pies y ponerse de puntillas al más puro estilo Moonwalker.
Sois los mejores seguidores del mundo y yo hago lo que sea por mis 'fans' Un reloj marcaba la cuenta atrás para el inicio del gigantesco 'show' de Bieber, cuya entrada vino precedida de rayos láser, cañones de humo, proyecciones y la introducción del discjockey Tay James, encargado de presentar a un cantante que apareció envuelto en una esfera y que arrancó su actuación con Love me. Los gritos de las 15.000 personas presentes en el auditorio se fundieron con el primer tema del repertorio del artista, quien versionó la canción Love fool de The Cardigans, una interpretación que estuvo acompañada por una coreografía en la que Bieber acaba lanzando puñetazos y patadas voladoras a sus bailarines.
Tras Bigger fue el turno de U Smile, momento que aprovechó el cantante para saludar al público madrileño: "Sois los mejores seguidores del mundo y yo hago lo que sea por mis 'fans'. Lo que quiero que hagáis es sonreír", exclamó el cantante, vestido completamente de blanco.
Con la guitarra
Poco después Bieber se quitó su chaqueta, se puso una gorra y cogió la guitarra para ofrecer la versión acústica de Never let you go y One less lonely girl, dos temas que interpretó subido en una estructura en forma de corazón que sobrevoló el Palacio de los Deportes. Diferentes vídeos se intercalaban durante la actuación del último fenómeno adolescente, que aparecía en estas imágenes cantando y tocando la guitarra cuando apenas tenía cuatro o cinco años.
El artista remató su actuación con Baby, su gran éxito Bieber aprovechó la pausa para cambiar de imagen, y ahora lucía pantalones, guantes y chaqueta de cuero negra. El cantante, muy hablador durante toda la noche, preguntó si había alguna chica soltera, y si alguna de ellas estaba dispuesta a subir al escenario, algo que se cumplió poco después con Somebody to love. Tras interpretar Never say never, tema que da nombre a la película que el artista presentó esta misma tarde en Madrid, Bieber versionó Wanna Be Startin' Something' de Michael Jackson y Walk this Way de Aeroesmith, una canción que concluyó con el precoz músico a la batería.
La recta final del recital de Bieber llegó con Eeny Meeny, interpretada a dúo con Bluey Robinson (telonero del cantante), y Down to earth, donde demostró su versatilidad desde el piano. El artista remató su actuación con Baby, el gran éxito de Bieber, quien poco antes bromeó con el público, al que canturreó el tema Baby one more time de Britney Spears. El músico canadiense se despidió de Madrid con una gran sonrisa y con el convencimiento de repetir este miércoles en Barcelona el éxito de su espectáculo My World Tour.