“¡La La Land!” Eso dijo Faye Dunaway ante un balbuceante Warren Beatty hasta que el productor de la cinta, Jordan Horowitz, detuvo el festejo para dar la noticia de la gala: “¡No, es para Moonlight! ¡No es una broma!”.
Así fue como se despidió la 89ª edición de los Oscar, entre la incredulidad y la sorpresa no sólo porque el musical de Damien Chazelle no cumpliera su esperada victoria sino porque los encargados de leer el último premio se equivocaron en su anuncio. “¡Pero qué has hecho!”, le dijo en tono de broma Jimmy Kimmel, el maestro de ceremonias, a un tembloroso Beatty.
Mientras, Barry Jenkins, director de Moonlight, decía a todo el auditorio puesto en pie eso de “ni en mis sueños esto puede ser cierto”, sin que quedara claro si se refería a su victoria o al equívoco. Moonlight, todo un poema lírico contado en tres actos sobre la adolescencia de un joven negro y homosexual, se llevó el gran premio de la noche.
MegaLOL.
Que momento más bochornoso, llevo media hora riéndome entre las reacciones por las redes sociales y los putos memes.