Ains los recreativos, aquellos antros llenos de mugre, aquellas máquinas del año catapún que de vez en cuando te pegaban algún calambrazo, aquella "gentuza" que se apostaba a la puerta a pedirte "amablemente" cien pesetas para una partida (era para drogaína, obvio), los chuletas del salón y sus guarrillas, esa acumulación de humo de tabaco que te soltaba en la cara nada más entrar una sensación entre asco y "es el puto mejor lugar del mundo".
Todos los que estamos aquí hemos vivido, más o menos, aquella época.
Yo la viví, con pasión y vicio desmedido, y fue un inmenso placer haberlo hecho. Más allá de la nostalgia que se pueda sentir actualmente por la falta de ese tipo de antros de vicio videojueguil, la época entre el 87 y, más o menos, el 99 fue bastante awesome y dejó decenas de anécdotas y de personajes míticos marcados a fuego en nuestra memoria.
Para abrir boca, dejo una cortita y que tiene que ver con la primera recreativa que probé:
Yo era un retaco de poco más de 5 años y, yendo con mi madre y mi tía de paseo entramos a un bar a pillar unos helados.
Entonces la vi, esa maravilla arriba posteada, y me faltó tiempo para ir a mi madre a decirle que quería probar eso, y eso hice.
A partir de ahí solo recuerdo que ese pobre Testarossa se dio más ostias en 2 minutos que un especialista de cine de acción en toda su carrera, es lo que tiene no llegar a los putos pedales y dar más volantazos que un político español.
Pero joder, que experiencia. Aún con su trauma de no hacer una mierda en el juego, me enamoré de los videojuegos para toda la vida y año y pico después me cayó del cielo un Spectrum con, ¿adivináis?
Pero eso es otra historia, en otro post, en otro momento...
Si tenéis anécdotas, no dudéis y compartidlas xdd.