Harlem vive, por Dani López
He de decir que “Luke Cage” no era, a priori, una serie que me llamara en demasía la atención. Mi intención era verla debido a la buenísima impresión que habían dejado en mí las dos temporadas de Daredevil y la única de Jessica Jones, pero mientras que Puño de Hierro me provocaba ganas de saber qué elementos de artes marciales y misticismo podía aportar al Universo Marvel, Luke Cage me parecía un mero trámite para ese megaproyecto que son “Los Defensores”.
Sin embargo, habiendo visto los siete primeros capítulos, he de confesar que pocas veces he estado más equivocado en mi vida. “Luke Cage” vuelve a confirmar lo buena que es Netflix haciendo productos Marvel, firmando una serie que está varios niveles por encima de cualquier otra producida por otras compañías. Una sorpresa mayúscula que acojo de buena gana.
Mike Colter recupera a su personaje de Jessica Jones y nos da a un Luke más humano, tal vez demasiado retraído al principio, pero conforme avanzan los capítulos vemos al Cage de los cómics, al salvador del Harlem. Que el personaje trascienda más allá de una simple actitud chulesca era un reto, pero la interpretación de Colter queda al nivel de las de los otros protagonistas de las series Netflix-Marvel, que es decir mucho.
Sin embargo, tal vez el gran acierto de la serie es su plantel de secundarios, que hacen que este Harlem de mayor sensación comunidad que las otras partes de Nueva York visitadas con antigüedad. La serie no cae en el error de Jessica Jones, y los secundarios no molestan en ningún momento al desarrollo de la trama, sino al contrario. Tal vez, por citar algo entre tal derroche de talento en términos de actuación, me quedo con Simone Missick como Misty Knight y con Mahershala Ali como Cornell “Cottonmouth” Stokes. Ellos son las dos caras de la moneda, los dos tormentos que persiguen a Cage desde lados opuestos de la ley. Misty continúa con los personajes femeninos fuertes de los que siempre ha hecho gala Netflix (Karen Page, Jessica Jones…), mientras que Cottonmouth es una gran adición al reparto de villanos de Marvel, con una risa característica y carismática. Lo mejor es que, como ellos dos, podría citar otros muchos casos: desde la gente que habita la barbería del barrio hasta la hermana de Cornell.
Y he ahí otra de las claves del éxito de esta ficción: un plantel de secundarios tan potente hacen que Harlem viva, y en esta historia, el escenario es lo más importante. Es lo más importante porque es el relato más político, el que más denuncia social tiene. Sin embargo, no lo hace desde un púlpito, dando lecciones de moral, sino que baja al barro y nos cuenta la acción, no con monólogos, sino con la interacción entre protagonistas. Además, la serie es plenamente consciente de que está basada en un cómic, y tiene múltiples referencias al universo en el que se desarrolla (tal vez la que más). Además, no duda en abrazar los conceptos más comiqueros, ni escatima en diversión y espectacularidad. La serie es tan divertida como profunda, y es un relato de madurez sin pretenderlo. Porque sí, desde luego la visión que nos presentan de Harlem es escabrosa, pero el foco de atención está puesto sobre la población trabajadora que lucha por salir adelante en el día a día, y probablemente, con los tiempos que corren, es un relato que apela a todo el mundo.
Otra de las cosas que más me ha llamado la atención de estos siete primeros episodios es el uso de la música. En un mundo en el que las Bandas Sonoras van siendo relegadas cada vez más a un segundo plano, en “Luke Cage” la música es un elemento narrativo más, como cualquier otro. A esto le acompaña una fotografía espectacular, marca de la casa, lo que refuerza la idea de que lo que estamos viendo va más allá de lo habitual.
Con todo, los siete primeros episodios de “Luke Cage” son un auténtico gozo, tanto para los fans de los cómics como para aquellos que les guste el género detectivesco. Es más, muy probablemente, la serie atraiga hasta aquellos que, como yo, no tuvieran demasiadas ganas de ver esta serie. Si tuviera que compararla con otra ficción de Netflix-Marvel, sería con la primera temporada de “Daredevil”, ya que comparten bastantes temas, aunque Cage tenga ciertos elementos distintivos que la hacen muy diferente. ¿Lo peor? Tener que esperar hasta final de este mes para ver el resto de la temporada.