Mola, mola muchísimo. Es un juego muy al estilo 16bits, en el sentido de que su duración real es corta (te lo puedes ventilar en uno o dos días de machaque intensivo) pero invita a rejugarlo una y otra vez porque no se hace pesado en ningún momento. A mí me parece de lo mejorcito que hay en el catálogo de DS y supone un broche de oro para ir despidiendo la consola.
En lo que respecta a la jugabilidad en sí, es como una mezcla de Metroidvania "light" (incluso está desaprovechado en ese sentido) con Flashback. La dificultad es tirando a media/alta, y los jefes finales pueden ser chungos si no sabes lo que tienes que hacer (lo cual también me recuerda a eras más viejunas de las consolas).